Muchas gracias por tus comentarios que han elucidado más los problemas que plantea el movimiento independista de Cataluña. Comenzaré explicando los antecedentes históricas del independentismo catalán con más detalle para pintar un cuadro completo de la situación que ha revigorizado los sentimientos independistas. A lo largo de la historia, España ha experimentado una oleada de movimientos nacionalistas y separatistas en que protagonizaron principalmente las comunidades autónomas con lengua y cultura diferente, por ejemplo, el país Vasco y Cataluña. Estos movimientos eran asociados con una clima política que era influida por la ideología marxista. En Cataluña, los que apoyaban (la gran mayoría pertenecía a la clase dirigente político y económico) la independencia eran de la opinión de que Cataluña fuera una nación oprimida por el estado de España. A pesar de su carácter pacifico, el movimiento dio lugar a una organización terrorista parecida a ETA (el equivalente en el País Vasco) que se denominaba Terra Lliure (Tierra Libre) cuyos miembros provenían mayormente de Exercit Popular Catala (EPOCA) o de asociaciones como el Front d’Alliberament Catala (FAC). Durante la época de Franco, la cultura y la lengua catalán eran totalmente oprimida. El efecto que tenía esta opresión ha sido la agudización de la conciencia nacional para luchar por mantener la identidad catalana. Desde entonces, el movimiento independista ha ampliado para englobar el frente político con la formación de los partidos independistas como Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la presión soberanista sobre el Estado Español.
Dicho esto, sería engañoso decir que el movimiento independista de Cataluña capture los sentimientos de toda la población. Muchos dicen que el gobierno de Cataluña utiliza el independentismo como un instrumento para obtener las mayores cuotas de poder posibles del Estado con el fin de conseguir ‘un pedazo más grande del pastel’ por la clase dirigente catalana. Esta argumento es reafirmado por el hecho de que el gobierno de Cataluña ha aplicado medidas de austeridad sobre la clase trabajadora catalana que incluso exceden a las que vienen del gobierno central. Esto contradice al argumento principal del gobierno que acusa el Estado de robar de los trabajadores de Cataluña. Estas inconsistencias sugieren que las aspiraciones nacionalistas sirven como cortina de humo para esconder la agenda oculta de las políticas del gobierno catalán.
Además, como Margot y Grace subrayan, el rebrote del independentismo catalán es indudablemente vinculado a la crisis económica en España. Los catalanes quieran que la provisión de beneficios sociales sea proporcional a su contribución a la economía de España. Entonces, la independencia ya no es una cuestión de la identidad cultural. Tiene que ver con la situación desesperada económica y la falta de un sentimiento de solidaridad ante las medidas de austeridad impuestas para facilitar la salida de la crisis. En mi opinión, la inestabilidad que suscitan determinado iniciativas políticas del movimiento independista es un factor muy negativo a la hora de recuperar la confianza que exige enfrentar la crisis. El debate sobre la independencia es poco relevante en este momento en que España está experimentado su más profunda recesión en el ultimo 80 años. Solo sirve de distraer el gobierno de lo que es esencial – la reactivación de la economía. Grace ha indicado una situación paralela en Australia Occidental donde el concepto de secesionismo aparece continuamente en el panorama político. El argumento que forma la base del movimiento secesionista es que el Commonwealth está explotando los recursos minerales de la región pero no distribuye las ganancias equitativamente. No me di cuenta de que existen sentimientos similares en Australia. De hecho, antes de investigar esta tema, creía que la situación en Cataluña fuera bastante aislada. Entonces, me sorprendí que hubiera movimientos independistas en todo la Europa por ejemplo, en Italia y Bélgica, similarmente motivados por razones económicas. Por lo tanto, mientras que Cataluña asiste económicamente a las regiones más pobres de España, se beneficia también del financiamiento de la EU que es principalmente tomado de las economías de los países en el norte de Europa. En pocas palabras, los ricos ayudan a los pobres en cualquier comunidad política.
Adicionalmente, España puede ser desagregada por muchas regiones que exhiben una cultura y una lengua distinta. Debido a su gran tradición, Cataluña, como las otras comunidades autónomas, continua siendo diferente. Sin embargo, Cataluña ha formado parte de España desde hace más de 2.000 años y la gran mayoría de la población se identifican plenamente con España y Europa. Aunque sea sumamente importante mantener y celebrar sus característicos culturales y históricos, hay nada que sugiera que Cataluña es una región especialmente oprimida. Además, los rasgos diferenciales que tiene los catalanes son mínimos con respecto a los aragoneses, los valenciano o los murcianos.
En conclusión, el apoderamiento popular es una característica importante de la democracia. Es primordial que el gobierno esté muy consciente de las necesidades de la población. Sin embargo, mi interpretación de la situación que se está desarrollando en Cataluña es que el gobierno ha movilizado a la población a través de presentar una imagen distorsionada de la realidad política con el fin de lograr más control y de apaciguar a los ricos en Cataluña. Claro que esto es una versión simplificada y que el movimiento independentista de Cataluña es un fenómeno complejo que supone de fuerzas políticas, culturas y históricas. Sin embargo, mirando la historia de la relación entre Barcelona y Madrid, es evidente que la vehemencia del movimiento independista auge y caída dependiendo de las circunstancias de aquella época. En este momento, la crisis económica ha dado un gran empujón al movimiento. Por lo tanto, la reacción de los catalanes se base en su descontento con las políticas del gobierno central en lugar de las aspiraciones genuinos de la independencia. Como muchos políticos han señalado, la solidaridad en España y en toda Europa es más importante que nunca. Entonces, es indudable que la fragmentación de España amenazaría tendrá implicaciones explosivos y lo mismo se aplica a la comunidad europea. Aunque la separación total de Cataluña sea poco probable, es posible que el movimiento independista continuará luchando por más autonomía política. En el futuro, una solución para amainar el movimiento independista es investir más en la infraestructura de Cataluña. Dado que la región es el motor de la económica de España, necesita el financiamiento gubernamental para expandir y desarrollar.